Michael Newton
LA VIDA ENTRE VIDAS
Índice
Introducción
1. Muerte y partida
2. La puerta al mundo de las almas
3. El regreso a casa
4. El alma desplazada
5. La orientación
6. La transición
7. La designación del grupo
8. Los profesores guías
9. El nivel elemental
10. El nivel intermedio
11. El nivel avanzado
12. La selección de la vida
13. Elegir un cuerpo nuevo
14. La preparación para la salida
15. La reencarnación
Introducción
¿Le asusta la muerte? ¿Se pregunta qué le ocurrirá después de la muerte? ¿Es posible que su espíritu haya venido de algún otro lugar, al cual regrese cuando el cuerpo muera, o es sólo un sentimiento esperanzador ante el temor a la muerte?
Es una paradoja que los humanos sean las únicas criaturas en la Tierra que deban reprimir el temor a la muerte para llevar una vida normal. No obstante, el instinto biológico nunca nos deja olvidarnos de este último peligro para nuestras vidas. A medida que nos hacemos mayores, somos cada vez más conscientes de la existencia del espectro de la muerte. Incluso la gente religiosa terne a la muerte como el final de la persona. El miedo a la muerte nos evoca la soledad que ésta conlleva, y que acaba con todas las relaciones de familia y amigos. La muerte hace que todos nuestros planes terrenales parezcan inútiles.
Si la muerte fuera el fin para todos, la vida no tendría ningún sentido. Sin embargo, hay algo dentro de nosotros que nos permite concebir un más allá, una especie de conexión con un poder superior e incluso un alma inmortal. Si es verdad que tenemos un alma, ¿dónde va después de la muerte? ¿Existe en realidad una especie de cielo lleno de espíritus inteligentes fuera de nuestro universo físico? ¿Cómo es ese cielo? ¿Qué hacemos cuando llegamos allí? ¿Hay un ser supremo a Cargo de este paraíso? Estas preguntas son tan antiguas como el hombre mismo e incluso hoy siguen siendo un misterio para la mayoría de nosotros.
Las verdaderas respuestas al misterio de la vida después de la muerte permanecen encerradas detrás de una puerta espiritual en la mayoría de los hombres. La razón de esta circunstancia es que poseemos un sistema de amnesia incorporada y automática con respecto a la identidad de nuestra alma, lo cual ayuda a que aparezca el alma y la mente humana en el nivel de consciencia. En los últimos años se ha oído hablar de personas que-han muerto temporalmente para después volver a la vida y contar que han visto un largo túnel, luces brillantes e incluso han tenido un pequeño encuentro con espíritus amigos. Sin embargo, ninguna de estas experiencias que han recogido los muchos libros escritos sobre la reencarnación nos ha dado algo más que una fugaz visión de lo que puede ser la vida después de la muerte.
Este libro es un diario íntimo del mundo espiritual. Relata una serie de casos reales que revelan con gran detalle lo que nos ocurre después de que nuestra vida en la Tierra termina. A través de estas experiencias viajará más allá del túnel espiritual y entrará en el mundo de los espíritus para descubrir lo que les sucede a las almas antes de encarnarse en otra vida terrenal.
Yo soy escéptico por naturaleza, aunque no lo parezca por el contenido de este libro. Como asesor psicológico e hipnoterapeuta, mi especialidad es la modificación del comportamiento aplicado al tratamiento de enfermedades psicológicas. Gran parte de mi trabajo supone una reestructuración cognitiva de mis clientes a corto plazo, ayudándoles a conectar pensamientos y emociones que les induzcan a un comportamiento saludable. Además, tanto ellos corno yo eludirnos el significado, la función y las consecuencias de sus creencias porque yo parto de la base de que ningún problema mental es imaginario.
En mis primeras experiencias profesionales, me resistía a las peticiones que me hacían algunos clientes de indagar en sus vidas pasadas, y ello debido a mi orientación hacia la terapia tradicional. Cuando utilizaba las técnicas de hipnosis regresiva para determinar los orígenes de recuerdos perturbadores, y traumas infantiles, creía que cualquier intento de llegar a una vida pasada era poco ortodoxo, y nada científico. Mi interés por la reencarnación, y la metafísica, se limitaba a una curiosidad intelectual, hasta que trabajé con una persona joven, en un caso de control del dolor. Este cliente se quejaba de un dolor crónico en el costado derecho, que había sufrido durante toda su vida. Una de las técnicas utilizadas en hipnoterapia, para controlar el dolor, es hacer que el sujeto consiga recrearlo para así, aprender a rebajarlo y, por tanto, adquirir control sobre él. En una de nuestras sesiones de intensificación del dolor, este hombre se imaginó que había sido apuñalado para revivir este tormento. Al buscar los orígenes de esta imagen, llegué a descubrir una vida anterior en la que esta persona era un soldado durante la Primera Guerra Mundial, muerto por una herida de bayoneta, en Francia. Así, mi cliente fue capaz de eliminar por completo el dolor.
Animado por mis propios clientes, empecé a experimentar con la técnica de conducir a algunos de ellos hacia momentos pasados, antes de su último nacimiento en la Tierra. En un principio me preocupaba la idea de que el sujeto integrara necesidades, creencias y miedos actuales y creara fantasías en forma de recuerdos. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que me di cuenta de que nuestros recuerdos pasados, ofrecen experiencias demasiado reales e interconectadas como para ser ignoradas. Llegué a apreciar el valor terapéutico que tiene la fuerte relación existente entre un cuerpo, y la vida de su alma en el pasado, y lo que somos en la actualidad.
En ese momento, hice un descubrimiento de enormes proporciones. Descubrí que era posible observar el mundo espiritual a través de los ojos de la mente de un individuo, en estado de hipnosis, que era capaz de informarme de la vida, “entre” las vidas, en la Tierra.
El caso que me abrió las puertas del mundo de los espíritus fue el de una mujer de mediana edad, que era un paciente especialmente receptivo en estado de hipnosis. Me había estado hablando de sus sentimientos de soledad y abandono, en ese delicado momento en el que un sujeto ha terminado de recordar su vida pasada más reciente. Esta persona tan poco común, llegó al estado más profundo de alteración de la consciencia casi por sí misma. Sin darme cuenta de que estaba provocando este estado, con una orden casi imperceptible, le sugerí que llegara hasta la fuente de esta falta de compañía. A la vez, y sin advertirlo, utilicé una de las palabras clave para desatar el recuerdo espiritual. También le pregunté si había un, «grupo», específico de amigos a quien echara más de menos.
Repentinamente, mi cliente se echó a llorar. Cuando le pedí que me explicara qué le pasaba, dijo repentinamente, «Echo de menos a algunos de los amigos de mi grupo, y por eso me siento muy sola en la Tierra». Confundido, le pedí que me explicara con más detalle dónde estaba este grupo de amigos. «Aquí, en mi hogar permanente, —contestó con simpleza—, ¡y ahora estoy viendo a todos ellos!».
Después de terminar la sesión con esta persona, y repasar las grabaciones de las sesiones con ella, pude reconocer que para llegar al mundo del espíritu se debe extender la regresión a vidas pasadas. Existen muchos libros sobre vidas pasadas, pero no he podido encontrar alguno que hablara de nuestras vidas como espíritus, o de cómo acceder a los recuerdos de esta vida. Decidí investigar yo mismo, y con la práctica, adquirí mayor capacidad para entrar en el mundo del espíritu a través de mis clientes. También aprendí que, para cualquier persona, es mucho más significativo encontrar su lugar en el mundo espiritual que recordar sus vidas anteriores en la Tierra.
¿Cómo es posible alcanzar el alma a través de la hipnosis? Imagine la mente como si estuviera formada por tres círculos concéntricos, cada uno menor que el anterior, situado en su interior y separado de los demás por capas de consciencia mental conectadas entre ellas. La primera capa, la más exterior, representa a la mente consciente, nuestra fuente de razonamiento crítico y analítico. La segunda, es la del subconsciente, en el que entramos en estado de hipnosis para llamar a la puerta del, digamos «almacén», de recuerdos de todo aquello que nos ha sucedido en esta vida, o en vidas pasadas. La tercera capa, situada en el centro interior, es lo que ahora se llama la mente superconsciente. Este nivel contiene el centro más profundo del yo como expresión de un poder superior.
El superconsciente alberga nuestra identidad verdadera, aumentada por el subconsciente, en el que se sitúan el resto de los, «otros-yo», que asumimos en cuerpos anteriores. El superconsciente podría no ser una capa más, sino el alma misma. La mente superconsciente representa nuestro centro más importante de sabiduría y perspectiva, y es de esta fuente de energía inteligente de donde me llega toda la información sobre la vida después de la muerte.
¿Es válido el método de la hipnosis para descubrir la verdad? Las personas en estado de hipnosis no producen alucinaciones, ni sueños. Los hombres no sueñan en secuencias cronológicas, ni alucinan en un estado de trance directo. Cuando a un sujeto se le induce a un estado de trance, las ondas de su cerebro aminoran progresivamente su ritmo de vibración desde el estado beta de consciencia, pasando por el estado de meditación alfa, hasta los distintos niveles del campo Theta. El campo Theta representa el estado hipnótico, no el sueño. Cuando dormimos, llegamos al estado final delta, en el que los mensajes del cerebro pasan al campo del subconsciente y se expresan a través de nuestros sueños. Sin embargo, en el estado Theta, la mente consciente no está en estado total de subconsciencia y, por tanto, puede recibir y enviar mensajes con todos los canales de la memoria abiertos.
Una vez en estado de hipnosis, la gente refiere las imágenes que ve, y los diálogos que oye en su mente inconsciente, de manera literal. Al responder a las preguntas, el individuo no puede mentir, pero puede malinterpretar algo que ha visto en su mente inconsciente, de la misma manera que puede hacerlo en estado consciente. Bajo la hipnosis, la gente tiene problemas al encontrarse con algo que no considera verdad.
Algunos críticos de la técnica de hipnosis creen que un sujeto en trance puede inventar recuerdos, e influir en las respuestas, para ajustarse al marco teórico que le sugiere el hipnotista. Yo creo que esta generalización tiene una base falsa. En mi trabajo, yo trato cada caso como si estuviera oyendo la información que me da mi cliente por primera vez. Si un individuo fuera, de alguna manera, capaz de superar el procedimiento de la hipnosis, y creara una historia fantástica sobre el mundo del espíritu, o hiciera asociaciones libres a partir de ideas preconcebidas sobre la vida eterna, sus respuestas pronto dejarían de ser consistentes con las de otros casos. Yo pronto aprendí lo importante que es cotejar la información, y no he encontrado pruebas de alguien que hubiera inventado sus experiencias espirituales para complacerme. Por el contrario, los individuos en estado de hipnosis no dudan en corregirme si malinterpreto sus relatos.
A medida que crecía mi archivo descubría, a base de intentos fallidos, la manera de enunciar mis preguntas sobre el mundo espiritual en la secuencia adecuada. Los individuos en estado de superconsciencia, no están particularmente motivados para informar, voluntariamente, de toda la organización de la vida de las almas en el mundo espiritual. Se deben tener las llaves adecuadas para abrir las puertas correctas. Con el tiempo, pude perfeccionar un método eficaz para acceder a los recuerdos de diferentes partes del mundo de los espíritus, sabiendo qué puertas abrir, y en qué momento de la sesión.
Poco a poco fui tomando confianza, y cada vez más gente notaba que me sentía cómodo con la idea del más allá, y por tanto que podía hablarme sobre ello. Mis clientes representan a hombres y mujeres variados, algunos muy religiosos y otros sin creencias espirituales particulares. No obstante, la mayoría se encuentra en un punto intermedio, habiendo creado una mezcla de filosofías muy personales sobre la vida. Lo más sorprendente con lo que me encontré en mis investigaciones es que, una vez que los individuos retrocedían a su estado de almas, todos mostraban una extraordinaria consistencia en sus respuestas sobre el mundo espiritual. Algunos de ellos, incluso utilizaban coloquialmente las mismas palabras, y las mismas imágenes en las descripciones de sus vidas como almas.
Sin embargo, esta homogeneidad de experiencias entre tantos clientes no me disuadió de verificar, continuamente, la información entre mis clientes, y corroborar las actividades específicas que realizaban como almas. Existían algunas diferencias en la manera de relatar la información entre los distintos casos, pero se debía más al desarrollo que habían alcanzado las almas que a las variaciones con las que cada caso veía el mundo espiritual.
Las investigaciones avanzaban lentamente, pero a medida que iba creciendo el número de casos, obtenía un modelo del mundo eterno donde viven las almas con el que poder trabajar. Descubrí que las ideas sobre el mundo de los espíritus, encierran verdades universales de las almas de aquéllos en la Tierra. Fueron estas percepciones, transmitidas por muchos tipos distintos de personas, las que me convencieron de que su información era fiable. Yo no soy una persona religiosa, pero he descubierto que el lugar al que vamos después de la muerte, está presidido por el orden y el gobierno, y he llegado a agradecer la existencia de una gran concepción de la vida y del más allá. Pensando en la manera de presentar mis investigaciones, llegué a la conclusión de que la mejor sería la de un método en el que se presentara cada caso por separado. Era la forma más descriptiva, y permitiría al lector evaluar los recuerdos de mi cliente sobre el más allá. Cada caso que he seleccionado representa un diálogo directo entre mi cliente y yo. Los testimonios están tomados de las grabaciones de mis sesiones con ellos. Este libro no pretende tratar las vidas pasadas de mis clientes, sino documentar sus experiencias en el mundo de los espíritus en relación a dichas vidas.
Para aquellos lectores que encuentren difícil conceptualizar el alma como un objeto no material, los casos que aparecen en los primeros capítulos explican el aspecto, y el funcionamiento, de las almas. Todos los casos han sido abreviados de algún modo, por razones de espacio y para dar al lector una idea ordenada de las actividades de las almas. El ordenamiento de los capítulos está destinado a mostrar la progresión normal de las almas al entrar y al salir del mundo espiritual, además de dar otro tipo de informaciones sobre los espíritus.
He comprendido los viajes de las almas desde el momento de la muerte hasta su reencarnación siguiente, después de diez años de trabajo con mis clientes. Al principio, me sorprendió que hubiera gente que recordara partes de su vida, como alma, más claramente en el caso de vidas distantes que en el de vidas recientes. No obstante, por alguna razón, ningún individuo podía recordar la cronología completa de sus actividades como alma, tal y como yo la presento en este libro. Mis clientes recuerdan ciertos aspectos de su vida espiritual muy vívidamente, mientras que otras experiencias se les muestran muy confusas. Por eso, incluso con estos 29 casos, me resultaba imposible dar al lector toda la información que había recogido del mundo espiritual. Por eso, incluí en cada capítulo detalles de otros casos además de los 29 iniciales.
El lector puede considerar que mis preguntas son, en ciertos casos, demasiado exigentes. En estado de hipnosis es necesario mantener al sujeto centrado en la conversación. Cuando se trabaja en el ámbito de lo espiritual, las exigencias del director de la sesión son mayores que cuando se trata de recuerdos de vidas pasadas. En estado de trance, normalmente, el individuo tiende a dejar vagar su alma-mente, mientras se le presentan interesantes escenas. Mis clientes, con frecuencia, me piden que no hable durante unos momentos, para que puedan dejar de informarme de lo que ven y disfrutar las experiencias pasadas de su alma. Yo intento ser amable con ellos, y no estructurar demasiado las sesiones, pero normalmente cada sesión, de una duración de tres horas, es la única que tengo con ese cliente y hay mucho que cubrir en ese tiempo. Algunos de mis clientes vienen desde lejos, y es posible que no puedan volver otra vez.
Es para mí muy reconfortante ver la expresión de sorpresa en la cara de un cliente cuando acaba la sesión. Para aquellos de nosotros que hemos tenido la oportunidad de ver nuestra propia inmortalidad, emerge una nueva dimensión en la comprensión y el poder de nuestro yo. Con frecuencia, antes de despertar a mis clientes, implanto recuerdos apropiados para el estado de post-sugestión. Tener un conocimiento consciente de la vida de nuestra alma en el mundo espiritual, y un historial de existencias físicas en otros planetas, infunde a estas personas un sentido más profundo del rumbo y la energía de sus vidas.
Para terminar, debo decir que lo que están a punto de leer puede conmocionar sus ideas preconcebidas sobre la muerte. El material que aquí se presenta puede estar en contradicción con sus creencias religiosas o filosóficas. Habrá lectores que encuentren apoyo para sus opiniones actuales. Habrá otros para los cuales la información que ofrecen estos casos parezca una historia subjetiva, semejante a un cuento de ciencia ficción. Sea cual sea su opinión, confío en que reflexionará sobre las implicaciones que habría para la humanidad si lo que mis clientes dicen sobre la vida después de la muerte es cierto.
Y, finalmente, una aclaración para el lector y el escuchante de lengua española. Se procurará transcribir los nombres, que en el texto original vienen escritos en inglés, fonéticamente, para que uno se pueda dar una idea de cómo suenan, aproximadamente, en español. Es importante ser fiel al sonido real de los nombres.