13. Elegir un nuevo
cuerpo.
En el lugar de la selección
de la vida, nuestras almas observan la vida de más de un ser humano, dentro del
mismo período de tiempo. Cuando salimos, la mayoría nos hemos decidido por un
candidato principal a albergar nuestra alma en la próxima vida. No obstante,
los guías nos dan otra oportunidad de reflexionar sobre el futuro que hemos
visto, antes de tomar la decisión final. Este capítulo está dedicado a los
elementos que se tienen en cuenta en esta decisión.
Las primeras ideas que
tenemos sobre las distintas alternativas de cuerpos disponibles, las tenemos
antes de ir al lugar de la selección de la vida. De hecho, esto se hace para
que las almas estén suficientemente preparadas para ver a varias personas, en
ambientes culturales distintos, en la Tierra. Creo, que las almas que organizan
esta visita saben con antelación lo que deben enseñarnos, porque conocen
nuestros pensamientos. La elección del cuerpo adecuado para la siguiente vida,
es una decisión que debe tomarse con mucho cuidado. Como ya he dicho, los guías
y los compañeros de grupo tienen parte activa en este proceso de evaluación,
antes y después, de ir al área de selección.
Cuando escucho a mis
clientes describir los preparativos que se necesitan para elegir un cuerpo
físico nuevo, me acuerdo, constantemente, de la fluidez del tiempo espiritual.
Los profesores utilizan el tiempo relativo del futuro, en el área de selección,
para dejar que las almas estudien la utilidad de ciertos cuerpos en relación a
sus metas particulares. El desarrollo de esta futura vida, varía según el grado
de dificultad que se imponga el alma-mente a sí misma. Si acabamos de terminar
una vida fácil, en la que hemos progresado poco, el alma, probablemente, decida
elegir, para el próximo ciclo, una persona que tenga que enfrentarse al dolor y
a la tragedia. No es extraordinario ver a alguien, que pasa tranquilamente por
una vida, y se sobrecarga de actividad en la siguiente, para adelantar en el
aprendizaje.
El alma-mente, está muy
lejos de ser infalible cuando funciona, conjuntamente, con el cerebro
biológico. Ser humano significa, cometer errores, y realizar correcciones en la
vida, sin importar el nivel de desarrollo de un alma. Esto ocurre con
cualquiera de los cuerpos que seleccionemos.
Antes de entrar en los
complejos factores mentales de la decisión sobre un cerebro concreto, empezaré
a explicar los aspectos físicos que nos llevan a elegir un cuerpo. A pesar del
hecho de que el alma ya sabe con antelación, el aspecto que va a tener el cuerpo,
una encuesta de ámbito nacional en los Estados Unidos indicó que, el 90 por
ciento de las personas, no se sentían satisfechas con el cuerpo que tenían.
Éste es el poder de la amnesia de la consciencia. El estereotipo del cuerpo
ideal que la sociedad ha creado, produce mucha infelicidad y, sin embargo,
forma parte, también, del plan de aprendizaje de las almas.
Muchas
veces nos hemos mirado en el espejo y hemos pensado; «¿Esta imagen, soy yo, en
realidad?. ¿Por qué soy así?. ¿Estoy en el cuerpo que me corresponde?». Estas
preguntas son especialmente dolorosas cuando las características del cuerpo que
tenemos, nos impiden hacer algo que deberíamos poder hacer en la vida. He
tenido una serie de clientes, que acudieron a mí pensando que sus propios
cuerpos eran los que les impedían llevar vidas satisfactorias.
Muchos discapacitados creen
que, si no fuera por este error genético, o porque fueron víctimas de un
accidente que les dañó el cuerpo permanentemente, tendrían una vida mucho más
satisfactoria. Aunque suene muy cruel, hay muy pocos accidentes que produzcan
una discapacidad permanente del cuerpo, y que no se produzcan por la propia
voluntad de las almas. Las almas eligen un cuerpo, por unas razones concretas.
Vivir en el cuerpo de un discapacitado no es, necesariamente, el resultado de
una deuda kármica en la que expiamos nuestro daño a otra persona. Como
demuestra el caso siguiente, esta elección puede ser el medio de aprender otro
tipo de lecciones.
Es muy difícil decir a una
persona, que acaba de sufrir un accidente, e intenta aceptar una nueva
situación física de discapacidad que, ésta, puede ser una buena oportunidad
para desarrollarse con más rapidez que aquéllos que tienen un cuerpo, o una
mente, sanos. Esto debe descubrirlo uno mismo. Los casos que he estudiado, me
han convencido de que el esfuerzo necesario, para superar un impedimento físico
de este tipo, acelera mucho el aprendizaje. A aquellos a los que la sociedad
tacha de imperfectos sufren discriminación, y eso se convierte en un algo mucho
más difícil de sobrellevar. Superar estos obstáculos nos hace mucho más fuertes
para la lucha.
El cuerpo es una parte
importante de las metas que nos marcamos en la vida. La libertad de elección de
estos cuerpos está basada, más en elementos psicológicos, que en los 100.000
genes que hereda un humano. Sin embargo, quiero mostrar, en el primer caso de
este capítulo, las razones, meramente físicas, por las que las almas quieren
ciertos cuerpos. Este caso, muestra el plan que existe tras la decisión de un
alma de elegir dos cuerpos totalmente opuestos, en dos vidas diferentes.
Después de este caso, estudiaremos otras razones.
La persona del caso 26, era
una mujer alta y bien proporcionada, que disfrutaba con el deporte, a pesar de
que, toda la vida, había sufrido de dolores en las piernas. Durante la
entrevista preliminar, me dijo que era un dolor constante en ambas piernas,
aproximadamente en la mitad de los muslos. Durante años, había ido a muchos
médicos, pero ninguno pudo encontrar una causa física de ese dolor. Claramente,
estaba cansada y dispuesta a probar cualquier cosa, para aliviar ese dolor.
Cuando oí que los médicos
le habían dicho que la causa del dolor era, probablemente, psicosomática,
sospeché que el origen del problema podía estar en una vida anterior. Antes de
llegar a la causa del problema, decidí estudiar algunas de las vidas pasadas de
esta persona, para averiguar cómo habían sido sus anteriores elecciones de
cuerpo. Cuando le pedí que me hablara de la vida en la que se había sentido más
feliz con su cuerpo, me describió el de un vikingo, llamado Lez, que vivió
alrededor del año 800 después de Cristo. Me dijo que, Lez, era, «un hijo de la
naturaleza», que viajaba a través de la ruta del mar Báltico, hacia la Rusia
occidental.
Según su descripción, Lez
llevaba una capa larga y forrada de piel, pantalones suaves y ajustados,
también hechos con la piel de algún animal. Por encima de los pantalones,
vestía unas botas ajustadas a las piernas, con cordones de cuero, y en la
cabeza, un casco cubierto de metal. Portaba un hacha, y una espada de hoja
grande y pesada, que blandía con facilidad en la batalla. Mi cliente estaba
asombrado por la sensación de estar dentro de este guerrero, magníficamente
proporcionado, con «mechones sucios de pelo rubio rojizo cayéndole por la
espalda». Debía haber sido muy alto para su tiempo, puesto que medía más de dos
metros. Tenía una fuerza extraordinaria, un pecho amplio y poderosos brazos y
piernas. Hombre de gran resistencia, Lez recorría grandes distancias en su barco.
Con otros vikingos, remontaba los ríos y avanzaba por espesos y vírgenes bosques,
saqueando todos los pueblos que encontraba en su camino. A Lez le mataron en
una emboscada, mientras saqueaba uno de estos poblados.
e
Caso 26. f
Doctor NIÚTON. ¿Qué
era lo más importante para ti, en el cuerpo de Lez que acabas de describirme?
SUJETO. Sentir
ese magnífico cuerpo, y la fuerza física que había en él. Nunca he vuelto a
tener un cuerpo como ese, en ninguna de mis vidas posteriores en la Tierra. No
tenía miedo de nada porque, mi cuerpo, no reaccionaba ante el dolor, aún cuando
estaba herido. Era perfecto, en todos los aspectos. Nunca me puse enfermo.
NIÚTON. ¿Tenía
Lez alguna preocupación? ¿Había, en esta vida, algún signo de sensibilidad
emocional?
SUJETO. (Se
echa a reír). ¿Bromeas? ¡Nunca! Vivía el momento presente. Mis preocupaciones
eran, no luchar lo suficiente, saquear, comer, beber y el sexo. Todos los
sentimientos se basaban en la actividad física. ¡Qué cuerpo!
NIÚTON. De
acuerdo. Analicemos la decisión de elegir este magnífico cuerpo para la vida de
Lez. Cuando tuviste que tomar esta decisión, en el mundo espiritual, ¿pediste
un cuerpo bien formado genéticamente, o sencillamente, lo eligió tu guía por
ti?
SUJETO. Los
consejeros no hacen eso.
NIÚTON.
Entonces, explícame cómo elegiste este cuerpo.
SUJETO. Quería
uno de los mejores cuerpos de la Tierra, en ese momento, y se me ofreció la
posibilidad de Lez.
NIÚTON.
¿Sólo te ofrecieron una posibilidad?
SUJETO. No,
me ofrecieron dos cuerpos.
NIÚTON. ¿Y
qué pasaría si no te gustara ninguna de las opciones que se te dieron para ese
momento del tiempo?
SUJETO. (Pensativa).
Las alternativas que me ofrecen, siempre parecen ajustarse a lo que quiero
experimentar en cada una de mis vidas.
NIÚTON. ¿Tienes
la sensación de que los guías conocen, con antelación, las posibilidades más
adecuadas para ti, o están tan ocupados, que eligen, indiscriminadamente, un
montón de cuerpos para que elijas?
SUJETO. Aquí
no se hace nada descuidadamente. Los consejeros lo organizan todo.
NIÚTON. Me
pregunto si los consejeros se confundirán alguna vez. Con todos los niños que
nacen cada día, podría ocurrir que asignaran dos almas al mismo cuerpo, o que
algún cuerpo se quedara sin alma?
SUJETO.
(Riéndose). Esto no es corno una línea de montaje. Ya te he dicho que saben lo
que hacen. No cometen errores como esos.
NIÚTON. Te
creo. Ahora, volviendo a tu selección de cuerpos, ¿fue suficiente examinar dos
cuerpos para que eligieras en el lugar de selección de la vida?
SUJETO. No necesitamos
muchas posibilidades, una vez que los consejeros se han puesto de acuerdo sobre
los que te van a presentar. Yo ya tenía la idea del tipo de cuerpo, y el sexo,
que quería, antes de que se me presentaran las dos posibilidades.
NIÚTON. ¿Y
cómo era el cuerpo que rechazaste en favor de Lez?
SUJETO. (Pausa).
Era el de un soldado romano, también con el tipo de cuerpo fuerte que yo quería
para esa vida.
NIÚTON. ¿Y
qué había de malo en ser un soldado romano?
SUJETO. No
quería que el estado ejerciera control alguno sobre mí. (El sujeto sacude la
cabeza). Demasiado restrictivo.
NIÚTON. Por
lo que yo recuerdo, en el siglo 9, la mayoría de Europa estaba bajo la
autoridad del Imperio de Carlomagno.
SUJETO. Ese
era el problema de la vida de soldado. Corno vikingo, yo no respondía ante
alguien. Era totalmente libre. Podía ir de un lado a otro con mi banda de
invasores, sin ningún tipo de control gubernamental.
NIÚTON. ¿La
libertad fue un elemento importante en tu decisión?
SUJETO. Muy
importante. La libertad de movimiento, la furia de la batalla, la utilización
de mi fuerza y la acción sin control. La vida, en el mar y en los bosques, era
fuerte y constante. También sabía que la vida podía ser cruel, pero era una
época brutal. Yo no era ni mejor, ni peor, que el resto.
NIÚTON.
¿Hubo otras consideraciones, tales como la personalidad?
SUJETO. No.
Nada me preocupaba, siempre que fuera capaz de expresarme físicamente al
máximo.
NIÚTON. ¿Tuviste
alguna compañera, acaso hijos?
SUJETO. (Con
una mueca). Demasiado restrictivo. Estaba siempre en movimiento. Poseí a muchas
mujeres. Algunas querían, otras no. Este placer aumentaba la expresión de mi
fuerza física. No quería estar atado en modo alguno.
NIÚTON. Entonces,
¿elegiste el cuerpo de Lez, simplemente, como pura extensión física de un
sentimiento de placer?
SUJETO. Sí.
Quería experimentar todo el cuerpo al máximo, nada más.
Ahora, mi cliente estaba
preparada para tratar de solucionar su problema actual. Después de pasarla del
estado superconsciente al subconsciente, le pedí que se dirigiera,
directamente, a una vida en la que había sufrido dolor en la pierna.
Casi al instante, se
convirtió en una niña de seis años llamada, Ashli, que vivía en Nueva
Inglaterra, en 1871. Ashli, estaba viajaba en un coche de caballos lleno,
cuando, de repente, se abrió la puerta y salió despedida del vehículo. Cayó a
la calle empedrada, y la rueda trasera del coche le pasó por encima, en el
mismo punto de ambas rodillas, aplastándole los huesos. Mi cliente volvió a
experimentar un agudo dolor en las piernas cuando describía la caída.
A pesar de los esfuerzos de
los médicos de la época, y de las tablillas de madera que le pusieron, los
huesos de las piernas de Ashli no se curaron del todo. En el resto de su corta
vida, nunca pudo volverse a poner de pie, o a andar, y la mala circulación
hacía que las piernas se le hincharan. Ashli murió en 1912, después una
productiva vida de escritora, e institutriz de niños incapacitados. Cuando
terminó de contarme la vida de Ashli, hice que mi cliente volviera al mundo
espiritual.
Doctor NIÚTON. ¿Por
qué hay una diferencia, de mil años, en tus reencarnaciones, entre el cuerpo de
un hombre fuerte y el de una mujer inválida?
SUJETO. En
las vidas que viví en medio, desarrollé un mejor conocimiento de mí misma.
Elegí ser inválida para mejorar mi concentración intelectual.
NIÚTON. ¿Por
eso elegiste un cuerpo discapacitado?
SUJETO. Sí.
Mira, no poder andar, me hizo leer y estudiar más. Desarrollé mi mente, y la
escuché. Aprendí a comunicarme bien, y a escribir con soltura, porque no podía
distraerme. Estaba siempre en la cama.
NIÚTON.
¿Había alguna característica similar, en los cuerpos de Ashli y Lez el Vikingo?
SUJETO. La
parte de mí, que ansía expresarse con fiereza, estaba en los dos.
NIÚTON. Quiero
que vuelvas al momento en que decides elegir la vida de Ashli, Dime, por qué te
inclinaste por este cuerpo, particularmente dañado.
SUJETO.
Elegí una familia que estuviera bien
asentada en alguna parte de Estados Unidos. Quería vivir en un sitio con
bibliotecas, y tener unos padres que me quisieran y me cuidaran, para que
pudiera dedicarme, por completo, a estudiar. Escribía a mucha gente que sufría,
y llegué a ser una buena profesora.
NIÚTON.
¿Qué hiciste, en el cuerpo de Ashli,
por la familia que te cuidó y se ocupó de ti?
SUJETO.
Hay siempre dos direcciones; la de
las responsabilidades, y la de los beneficios. Yo elegí esta familia, porque
necesitaban sentir un intenso amor hacia alguien totalmente dependiente de
ellos, durante toda la vida. Éramos una familia muy unida porque, antes de que
yo naciera, se encontraban muy solos. Yo llegué cuando ya eran mayores, y era
su única hija. Ellos querían una hija que nunca se casara y les volviera a
dejar solos de nuevo.
NIÚTON. ¿Entonces, era como un intercambio?
SUJETO. Por supuesto.
NIÚTON.
Ahora vamos a regresar a la primera
vez en que tu alma ve la vida de Ashli, en el lugar de la selección de la vida.
¿Viste, entonces, los detalles del accidente?
SUJETO. Sí, pero no fue un accidente. Debía ocurrir así.
NIÚTON.
Una vez en la Tierra, ¿quién fue
responsable de la caída; tu alma-mente, o la mente biológica de Ashli?
SUJETO. Trabajamos al unísono. Ella estaba jugando con el
picaporte de la puerta, y yo, me aproveché de eso.
NIÚTON.
Dime qué pasó por tu alma-mente, en
el área de selección, cuando viste la imagen de Ashli cayendo, e hiriéndose las
piernas.
SUJETO.
Pensé en cómo utilizar este cuerpo
inválido lo mejor posible. Tenía otras posibilidades de incapacidad corporal,
pero preferí ésta porque no quería tener mucha capacidad de movimiento
NIÚTON.
Quiero tratar el tema de la
causalidad. ¿Se habría caído Ashli si hubiera tenido otra alma que no fuera la
tuya?
SUJETO. (Defensiva). Estábamos hechas, la una para la otra.
NIÚTON. Eso no contesta mi pregunta.
SUJETO.
(Larga pausa). Hay cosas que van más
allá de mi conocimiento como espíritu. Cuando vi a Ashli, por primera vez, pude
verla sin mí. Sana. Más mayor. Otra posibilidad de vida.
NIÚTON.
Ahora sí estamos llegando a alguna
parte. Quieres decir que, si Ashli hubiera empezado su vida con otra alma
diferente de la tuya, ¿podría no haberse caído?
SUJETO. Sí. Es otra posibilidad. Una de tantas. También podía
haberse herido de menos gravedad. Podía haberse movido con muletas. Vi una
mujer adulta, con piernas normales, infeliz con un hombre. Frustrada por una
vida que no le aportaba nada. Padres apenados, pero una vida más fácil. (La voz
del cliente se vuelve más firme). ¡No! Esa vida no habría funcionado para
ninguna de nosotras. Yo era la mejor alma que podía tener.
NIÚTON. ¿Fuiste tú la causante principal, de la caída, una vez
que elegiste el cuerpo de Ashli?
SUJETO. Fuimos ambas. En ese momento,
actuábamos como una sola persona. Ella se estaba portando muy mal; saltando en
el coche, y jugando con el picaporte de la puerta, cuando su madre le dijo que
parara. Entonces; yo estaba preparada, y ella también.
NIÚTON.
¿Era éste, un destino inamovible?
¿Había alguna manera de evitar todo este accidente, una vez que estabas en el
cuerpo de Ashli?
SUJETO.
(Pausa). Puedo decirte que vi la
imagen de la caída, justo antes de caerme. Pude haberme echado para atrás, y no
haberme caído, pero oí una voz dentro de mí que decía; «Es tu oportunidad, no
esperes más. Acepta la caída, es lo que tú querías. Es lo mejor».
NIÚTON. ¿Era especialmente importante ese momento?
SUJETO. Sí. No quería que Ashli fuera mucho mayor.
NIÚTON. Pero el dolor,
y el sufrimiento, por el que tuvo que pasar esta niña debió de ser grande.
SUJETO.
Fue horrible. La agonía de las
primeras semanas era increíble. Casi muero, pero aprendí a soportarlo todo, y
ahora comprendo que, los recuerdos de la capacidad de controlar el dolor que
tenía el vikingo Lez, me ayudaron mucho.
NIÚTON.
¿Tuvo alguna vez tu alma algún
remordimiento durante los momentos en los que el dolor era muy fuerte?
SUJETO.
Yo entraba y salía de la conciencia
durante los peores momentos.; y mientras hacía eso, mi mente empezó a ganar
poder. Superando el control del cuerpo, mi mente empezó a controlar el dolor.
Tendida en la cama; los médicos no sabían qué hacer. Desarrollé una capacidad
de controlar el dolor que, más tarde, utilicé para concentrarme en el estudio.
Además, mi consejero me ayudaba. Por supuesto, de manera muy sutil.
NIÚTON. Por lo tanto, ganaste mucho en esta vida con el hecho
de que no pudieras andar.
SUJETO.
Sí. Aprendí a escuchar, y a pensar.
Mantenía correspondencia con muchas personas, y llegué a escribir con mucha
inspiración. Gané mucha experiencia como profesora de niños pequeños. Me sentía
guiada por una fuerza interna.
NIÚTON. Cuando volviste al mundo espiritual, ¿se sentía tu
guía orgulloso de tus avances?
SUJETO.
Mucho, aunque me dijo que había
estado demasiado consentida y protegida. (Se ríe). Pero, como compensación,
valía.
NIÚTON.
¿Cómo te ayuda la experiencia del
fuerte cuerpo de Lez, y la debilidad de Ashli, en tu vida actual? Si es que te
ayuda en algo.
SUJETO. Aprecio la necesidad de un estrecho lazo entre la
mente y el cuerpo, para aprender las lecciones necesarias para mi desarrollo.
Mientras mi cliente revivía
la escena en la que tenía el accidente, yo iniciaba las medidas de
desensibilización. Al final de la sesión, reprogramé, completamente, los
recuerdos generacionales que tenía del dolor de la pierna. Tiempo más tarde, me
dijo que no había vuelto a sentir dolor, y que ahora, disfruta jugando al
tenis.
Las dos últimas vidas que
he presentado en este capítulo, están centradas en la elección de un cuerpo por
sus características físicas, en dos ambientes totalmente distintos. Las almas
buscan la expresión de su identidad a través del desarrollo de diferentes
aspectos de su carácter. Sin importar las herramientas físicas o mentales que
se utilicen en los distintos cuerpos, siempre prevalecerán las leyes del karma.
Si un alma elige estar en un extremo, antes o después, ese extremo debe ser
equilibrado por el otro extremo, para equilibrar el desarrollo. Las vidas
físicas de Lez, y Ashli, son claros ejemplos de la compensación kármica. Los
hindúes creen que un hombre rico volverá, con el tiempo, como pordiosero para
que su alma obtenga el desarrollo adecuado.
Superando retos como éstos,
el alma se fortifica. Pero esta fuerza, no debe malentenderse. Mis clientes
dicen que, las verdaderas lecciones de la vida, se aprenden reconociendo, y
adaptándose, al hecho de ser humano. Incluso cuando somos víctimas, nos
beneficiamos, puesto que es la superación del fracaso, y el dolor, lo que marca
nuestro progreso en la vida. A veces, una de las lecciones más difíciles de
aprender es, simplemente, la de olvidar el pasado.
Aunque las almas den
importancia a los atributos físicos del cuerpo en los distintos ambientes
culturales, prestan mucha más atención a los aspectos psicológicos de la vida
humana. Esta decisión, es la más importante de todo el proceso de selección que
lleva a cabo el alma. Antes de entrar en el lugar de selección, el alma debe
ponderar los factores hereditarios y ambientales que afectan al funcionamiento
de la forma de vida. He oído, que la energía espiritual del alma tiene
influencia sobre el temperamento del cuerpo humano que le va a albergar,
haciéndolo introvertido o extrovertido, racional o idealista, emotivo o
analítico. A causa de estas variables, las almas necesitan estudiar, con
antelación, qué tipo de cuerpo les servirá mejor en cada vida.
Por la información que he
podido reunir, los guías, y las entidades encargadas de hacer funcionar los
lugares de selección, conocen las preferencias de las almas sobre los tipos
humanos que desean para su próxima vida. Me parece que, algunas almas, se toman
este proceso con más seriedad que otras. De todas maneras, en la etapa anterior
a la llegada a estos lugares de selección, hay un límite en lo que un alma
puede saber sobre su adaptación en un cuerpo específico. Cuando las almas
llegan al lugar de selección, se acaba con la duda. Es el momento de ajustar su
identidad espiritual en un ser mortal. El tema del próximo caso es el porqué,
un alma decidió unirse, por motivos psicológicos, a dos seres humanos separados
por miles de años.
El caso 27, es un hombre de
negocios de Tejas, dueño de una firma de ropa con mucho éxito. Durante sus
vacaciones en California, Steve vino a verme por consejo de un amigo. Mientras
me iba contando su vida, noté que estaba tenso, e hipervigilante. Mientras
jugaba con las llaves en la mano, sus ojos buscaban algo, ansiosamente, en mi
despacho. Le pregunté que si estaba nervioso, o tenía miedo de la hipnosis, y
me contestó. «Lo que temo ,es aquello que pueda destapar».
Mi cliente dijo que sus
empleados eran muy exigentes, y desleales, y la cantidad de quejas del personal
se había vuelto intolerable. La solución que había propuesto, era la de
aumentar la disciplina, y despedir a algunos. También me dijo que había
fracasado, dos veces, en el matrimonio, y que tenía cierta tendencia al
alcoholismo. Recientemente, había asistido a un programa de recuperación, pero
lo había dejado porque, «empezaban a criticarme demasiado», dijo.
Continuamos hablando, y
Steve me contó que su madre había desaparecido después de dejarle en la escalera
de una iglesia, en Tejas, con una semana de vida. Después de unos cuantos
solitarios, e infelices, años en un orfanato, una pareja mayor le adoptó. La
describió como de personas de rigurosa disciplina, que parecían desaprobar todo
lo que él hacía. Siendo todavía un adolescente, abandonó su casa. A partir de
ese momento, tuvo muchos roces con la justicia, e incluso una vez, intentó
suicidarse.
Me pareció que tenía una
personalidad demasiado agresiva, y confiaba poco en la autoridad. La ira que
sentía, estaba enraizada en sentimientos de aislamiento y abandono. Steve,
decía que sentía que estaba perdiendo el control sobre su propia vida, y estaba
dispuesto a intentar cualquier cosa, para encontrar su verdadera identidad.
Acordamos realizar una pequeña exploración de su subconsciente a cambio de que,
él, considerara la idea de visitar a un terapeuta, en su propia ciudad, para
iniciar un tratamiento continuado.
En el desarrollo de este
caso, veremos cómo el alma de Steve, mantiene su identidad mientras responde a
la vida de un cuerpo humano. La intensidad de esta asociación aumenta cuando
mis clientes explican, bajo la hipnosis, los motivos de la elección de ese
cuerpo. Una de las razones por las que he utilizado este caso, es para exponer
una barrera muy difícil, para el descubrimiento de nuestra propia identidad. Me
refiero al trauma infantil. Las almas que se unen a cuerpos que desarrollan
problemas de personalidad en la infancia, se buscan, deliberadamente, una vida
muy difícil. Antes de introducir a mi cliente en el mundo espiritual, para
descubrir por qué su alma escogió esta vida, era necesario repasar sus
recuerdos infantiles. Al principio de este caso, el individuo verá a su madre
biológica de nuevo. Es una de las escenas más duras que he presenciado nunca.
e
Caso 27. f
Doctor NIÚTON. Ahora
eres un niño, en su primera semana de vida, y tu madre te mira, por última vez.
No importa que seas un niño, porque tu mente adulta interior sabe todo lo que
está ocurriendo. Descríbeme, exactamente, lo que sientes.
SUJETO. (Empieza
a temblar). Estoy en una cesta. Tengo una manta azul, desvaída, sobre mí. Me
dejan sobre los escalones. Hace frío.
NIÚTON.
¿Dónde están los escalones?
SUJETO. Delante
de una iglesia. En Tejas.
NIÚTON. ¿Quién
te deja allí?
SUJETO. (El temblor
aumenta). Mi madre. Se inclina sobre mí. Se despide. (Empieza a llorar).
NIÚTON.
¿Puedes decirme cuál es la razón por la que tu madre te abandona?
SUJETO. Es
muy joven, y no está casada con mi padre. Él ya está casado. Ella llora. Siento
sus lágrimas caer sobre mi cara.
NIÚTON.
Mírala. ¿Qué más ves?
SUJETO. (Ahogándose).
Un pelo negro, muy bonito, flotando al viento. Alzo la mano y le toco la boca.
Me besa, despacio y suave. Lo está pasando muy mal teniendo que dejarme aquí.
NIÚTON. ¿Te
dice algo, antes de irse?
SUJETO. (Apenas
puede hablar). Mi madre me dice; «Debo dejarte aquí, por tu propio bien. No
tengo dinero para cuidarte. Mis padres no nos ayudarán. Te quiero. Te querré
siempre, y te llevaré siempre en mi corazón».
NIÚTON. ¿Y
qué ocurre a continuación?
SUJETO. Coge la pesada aldaba de la puerta, que tiene
forma de animal, y golpea la puerta. Oírnos pasos acercándose. Ahora, se ha
ido.
NIÚTON. ¿Qué
te dicen, tus propios sentimientos, sobre todo lo que acabas de ver?
SUJETO. (Casi
sobrecogido por la emoción). Ella me quería, después de todo. No quería
abandonarme. ¡Me quería!
NIÚTON. (Pongo
la mano en la frente del sujeto, y comienzo a darle una serie de sugerencias
post-hipnóticas, para terminar con la siguiente orden). Steve, ahora podrás
recordar esta imagen subconsciente en tu memoria consciente. Recordarás la
imagen de tu madre durante toda tu vida. Ahora sabes lo que sentía en realidad,
y que su energía sigue contigo. ¿Está claro?
SUJETO. Sí.
Lo está.
NIÚTON.
Ahora, avanza en el tiempo y, dime, cómo te sientes con tus padres adoptivos.
SUJETO. Nunca
están satisfechos conmigo. Me hacen sentir culpable por todo. Me controlan y
juzgan, constantemente. (En este punto, la cara del sujeto está empapada por
lágrimas y sudor. Sigue diciéndome). No sé qué se supone que debo ser. No soy
real.
NIÚTON.
(Elevo la voz). Dime qué hay de irreal en ti.
SUJETO.
Siempre fingiendo.
NIÚTON. (Como se para, le ordeno.) ¡Continúa!
SUJETO. No
tengo control. Ira constante. Maltratando a la gente, para, para vengarme.
Desesperación.
Nota. Después de calmarlo,
llevaré a mi cliente, desde el subconsciente, hasta el superconsciente, y
viceversa.
NIÚTON. Muy
bien, Steve. Ahora volvamos a tu nacimiento en esta última vida. Dime si habías
vivido, en otra vida anterior, con el alma de tu madre biológica.
SUJETO.
(Larga pausa). Sí.
NIÚTON. ¿Hubo
alguna vida en panicular, con esta otra alma, en la que se produjo algún tipo
de daño físico, o emocional, entre vosotros?
SUJETO. (Después
de un momento, el sujeto agarra con fuerza los brazos del sillón). ¡Maldita
sea! ¡Eso es, claro! ¡Es ella!
NIÚTON. Intenta
relajarte, y no vayas muy deprisa. Cuando cuente tres, quiero que entres en la
vida que ves en tu mente, en el momento crucial de tu relación con esta alma. ¡Uno,
dos, tres!
SUJETO. (Con
un profundo suspiro). ¡Dios mío! Es la misma persona. Pero con un cuerpo
diferente. Entonces, también era mi madre.
NIÚTON.
Céntrate en esa escena. ¿Es de día, o de noche?
SUJETO.
Pleno día. Sol muy fuerte, y arena.
NIÚTON.
Describe lo que está ocurriendo bajo el fuerte sol, en la arena.
SUJETO. (Vacilante).
Estoy en pie, delante de mi templo. Ante una gran muchedumbre. Mis guardias
están detrás de mí.
NIÚTON.
¿Cómo te llamas?
SUJETO.
Jérun.
NIÚTON. ¿Qué
ropa llevas puesta, Jérun?
SUJETO. Una
túnica, larga y blanca, y sandalias. Tengo un báculo en la mano, con serpientes
de oro, como símbolo de autoridad.
NIÚTON. ¿Qué
autoridad tienes, Jérun?
SUJETO.
(Orgulloso). Soy, el sumo sacerdote.
Nota. Preguntas posteriores
me revelaron, que este hombre era un jefe tribal en un territorio localizado en
la Península Arábiga, cercano al mar Rojo, alrededor del año 2000 antes de
Cristo. En la era preclásica, este área se conocía como el Reino de Saba.
También descubrí, que el templo era una estructura ovalada, hecha de adobe y
piedra, y dedicada a un dios lunar.
NIÚTON. ¿Qué
estás haciendo delante de tu templo?
SUJETO. Juzgo a una
mujer. Es mi madre. Está arrodillada, ante mí. Cuando alza la mirada hacia mí,
veo pena y miedo en sus ojos.
NIÚTON.
¿Cómo pueden sus ojos mostrar miedo y pena a la vez?
SUJETO. Hay
pena, porque el poder me ha consumido, y controlo demasiado la vida diaria de
mi gente. Y también hay miedo, por lo que estoy a punto de hacer. Me preocupa,
pero no puedo mostrarlo.
NIÚTON. ¿Por
qué se arrodilla tu madre ante ti, en los escalones del templo?
SUJETO. Ella
ha entrado en el almacén, y ha robado comida para dársela a la gente. Muchos
están hambrientos en esta época del año, pero sólo yo, puedo ordenar su distribución.
La comida debe medirse con mucho cuidado.
NIÚTON. ¿Actuó
ella en contra de alguna ley de racionamiento de comida? ¿Era una cuestión de
supervivencia?
SUJETO. (Bruscamente).
Es mucho más. Desobedeciéndome, está minando mi autoridad. Yo utilizo la
distribución de comida como un medio de controlar a mi pueblo. Quiero que todos
me sean leales.
NIÚTON. ¿Y
qué vas a hacer con tu madre?
SUJETO. (Convencido).
Mi madre ha violado la ley. Podría salvarla, pero debe ser castigada, como
ejemplo. He decidido que muera.
NIÚTON.
¿Cómo te sientes condenando a muerte a tu propia madre, Jérun?
SUJETO. Debe
hacerse. Ha sido siempre como una espina en mi costado. Ha causado revueltas
entre mi pueblo, aprovechándose de su posición. No puedo gobernar con libertad
si ella está aquí más tiempo. Incluso ahora, me desafía. Ordeno su muerte,
golpeando el báculo contra los escalones de piedra.
NIÚTON. ¿Más
tarde, te apena el haber ordenado la ejecución de tu madre?
SUJETO. (Con
voz entrecortada). No. debo pensar en esas cosas, o no mantendré el poder.
En este momento, la mente
de Steve ha liberado dos circunstancias con una carga emotiva muy fuerte. En
las que hay actos de separación, voluntaria, entre madre e hijo. Aunque él, ya
ha hecho la conexión kármica, es importante que su abandono de niño no se vea,
simplemente, como un castigo de la historia. Para que haya curación, tenemos
que ir más allá.
El siguiente paso en
nuestra sesión, es intentar recobrar la identidad del alma de Steve. Para
hacerlo, tengo que llevarle al mundo espiritual. En cada uno de mis casos,
intento que la persona vaya al lugar del mundo espiritual que resulte más
adecuado. En el caso 13, fue el lugar de orientación. En este caso, volveremos
al momento en el que abandona el lugar de la selección de vida. Aquí, quiero
que Steve, me explique los motivos por los que eligió su cuerpo actual, y el
papel del resto de las almas que tienen relación con su vida.
NIÚTON.
¿Cuál es tu nombre en el mundo espiritual?
SUJETO.
Sumus.
NIÚTON. Bien,
Sumus. Como estamos otra vez en el mundo espiritual, quiero que vayamos al
momento después de tu primera visión del hombre que es ahora Steve. ¿Qué
piensas de Steve?
SUJETO. Es
un hombre muy resentido. Está tan enfadado con su madre, por haberle dejado en
la puerta de la iglesia, y con esas personas tan estiradas que le adoptan. ¡No
sé, si quiero entrar en este cuerpo!
NIÚTON. Lo
comprendo, pero vamos a dejar esa decisión aparte, por un momento, para hablar
de otras cosas. Dime qué haces, exactamente, cuando dejas el lugar de selección
de la vida.
SUJETO. A
veces quiero estar solo un rato. Normalmente, estoy deseando oír las opiniones
de mis amigos sobre las vidas que he visto, especialmente, si son tan duras
como ésta.
NIÚTON.
Seguro que has tenido más de una posibilidad para elegir, ¿no?
SUJETO.
(Sacude la cabeza). Esta es la que debería escoger. Es una decisión muy
difícil.
NIÚTON. Dime,
Sumus. ¿Cuando vuelves con tu grupo de amigos, discutís la posibilidad de
asociaros, entre vosotros, en la próxima vida?
SUJETO. Sí.
La mayoría de las veces, mis amigos estarán en mi próxima vida, al igual que yo
en la suya. Algunos no estarán en alguna de ellas, pero no importa. Todos
discutimos nuestra vida siguiente con los demás. Me interesa saber sus ideas
sobre algunos detalles. Todos conocemos tan bien, los puntos fuertes y débiles
de los demás, los éxitos y los fracasos en las vidas anteriores, las cosas con
las que debemos tener cuidado..
NIÚTON. ¿Hablaste
con ellos sobre los detalles de tu próxima vida antes de ir al lugar de
selección?
SUJETO.
¡Sí, claro! Pero de manera muy
general. Nada concreto. Ahora que he visto a Steve, y sé quiénes van a ser los
demás en relación a mí en esta vida, tengo mis dudas. Tengo que hablar con Yor.
NIÚTON. ¿Yor, es tu guía?
SUJETO.
Sí. Escucha lo que tengo que decir
sobre quién pienso que debo ser antes de que vaya al lugar donde se ven las
vidas.
NIÚTON.
Bien Sumus. Acabas de regresar del
lugar de selección, y estás en tu grupo primario. ¿Qué es lo primero que haces?
SUJETO.
Hablo de este hombre, Steve, que
parece tan infeliz, sin madre real, y todo eso. El tipo de gente que le rodea.
Sus planes. Todo debe encajar perfectamente.
NIÚTON.
¿Quieres decir, las almas y los
cuerpos?
SUJETO. Sí. Necesitamos que eso sea firme.
NIÚTON.
¿Se puede todavía, en este momento,
negociar la vida que has elegido o, después de salir del lugar de selección, se
dice a cada uno el cuerpo que le ha sido asignado?
SUJETO.
A nadie se le fuerza a hacer algo.
Sabemos lo que tenemos que hacer. Yor, y los otros, nos ayudan a hacer los
últimos ajustes, y terminan de prepararlo todo. (Su cara se vuelve más grave).
NIÚTON. ¿Hay algo que te preocupe ahora, Sumus?
SUJETO. (Con un tono triste). Mis amigos se van. Otros
vienen. Ah.
NIÚTON.
Me imagino que vas a hablar con otras
almas. Intenta relajarte lo mejor que puedas. Cuando te lo ordene me narrarás
exactamente todo lo que ocurre. ¿Comprendes?
SUJETO. (Nervioso). Sí.
NIÚTON.
¡Ahora! ¿Cuántas entidades ves?
SUJETO. Hay cuatro, y vienen hacia mí. Yor, es una de ellas.
NIÚTON.
¿Quién es la primera?
SUJETO. (Sujetándome la mano). Es, Eone. Quiere ser mi madre
otra vez.
NIÚTON. ¿Es ésta, el alma de la madre de Jérun, y de Steve?
SUJETO. Sí. No. no quiero.
NIÚTON.
¿Qué ocurre?
SUJETO.
Eone me dice que es el momento de que
aclaremos las cosas entre nosotros. Debemos tener otra relación trágica entre
madre e hijo.
NIÚTON.
Pero Sumus, ¿no viste esto ya en el
lugar de selección, cuando observaste a la madre de Steve dejarlo en la
iglesia?
SUJETO.
Vi a las personas. La posibilidad.
Pero era una consideración abstracta, no era todavía yo. Supongo que necesito
convencerme un poco más, porque Eone está aquí por alguna razón.
NIÚTON.
Supongo que ninguna de estas
entidades que acaban de llegar son de tu grupo primario.
SUJETO. (Suspira). No, no lo son.
NIÚTON.
¿Por qué habéis esperado, Eone y tú,
4000 años terrenales para intentar equilibrar el trato que tú le diste en
Arabia?
SUJETO.
Los años terrenales no significan
nada. Podía haber sido ayer. Yo, todavía no estaba preparado para saldar el
daño que le había hecho en la vida de Jérun. Eone dice que ahora las
circunstancias son perfectas para ello.
NIÚTON.
Si tu alma entra en el cuerpo de
Steve, en Tejas, ¿habrá considerado Eone pagada su deuda kármica?
SUJETO. (Pausa). Mi vida en el cuerpo de Steve, no debe ser
un castigo.
NIÚTON.
Me alegro que entiendas eso. ¿Cuál es
la lección que debes aprender?
SUJETO. A. sentir lo que supone que la familia se vuelva
contra ti. La ruptura deliberada.
NIÚTON. ¿La ruptura deliberada del lazo, entre una madre y su
hijo?
SUJETO. Sí,
y apreciar lo que se siente al ser abandonado.
NIÚTON.
Permite a Eone que se retire, y deja que se acerquen las demás entidades,
Sumus.
SUJETO. (Apenado).
Eone se aleja. Yor viene hacia mí. ¡No, por favor! ¡Son Talu y Kalish!. (El
cliente se retuerce en el sillón, e intenta alejar los dos espíritus que hay en
su mente, empujando las palmas de las manos hacia afuera).
NIÚTON. ¿Quiénes
son, Talu, y Kalish?
SUJETO. (Hablando
deprisa). Talu y Kalish se han prestado voluntarios para ser los padres
adoptivos de Steve. Mis padres adoptivos. Trabajan mucho juntos.
NIÚTON. ¿Y
dónde está el problema?
SUJETO. No
quiero que estén conmigo otra vez, tan pronto.
NIÚTON.
Espera un momento, Sumus. ¿Has trabajado antes con ellos?
SUJETO. (Murmurando
para si). Sí, sí. Pero me resulta tan duro trabajar con ellos. Especialmente
con Kalish. Es demasiado pronto. En mi vida en Alemania, eran mis suegros.
Nota. Hablamos durante unos
minutos sobre su vida en Alemania, en la que era un oficial de alto rango, que
rechazó a su familia y fue objeto de la burla de los influyentes padres de su
mujer.
NIÚTON.
¿Quieres decir que, Talu y Kalish, no tienen capacidad suficiente para ser tus
padres adoptivos en Tejas?
SUJETO.
(Sacude la cabeza con resignación). No, ellos saben lo que hacen. Lo que ocurre
es que, con Kalish, siempre resulta todo muy duro. Ella elige siempre personas
muy críticas, muy exigentes y frías.
NIÚTON. ¿Tiene
siempre ese carácter, en todos los cuerpos humanos?
SUJETO. Por
lo menos, es siempre así conmigo. Kalish no es un alma que se relacione
fácilmente con los demás. Es muy independiente, y decidida.
NIÚTON. ¿Y
Talu, tu padre adoptivo?
SUJETO. Es
muy austero. Deja todo en manos de Kalish. No es muy cariñoso, y es muy
reservado con sus sentimientos. Esta vez me voy a revelar contra ellos.
NIÚTON. De
acuerdo, pero, ¿te enseñarán algo?
SUJETO. Sí.
Sé que lo harán, pero todavía estoy discutiéndolo con ellos. Yor y Eone se
acercan.
NIÚTON. ¿Y
qué les dices?
SUJETO. Quiero
que Eone sea mi madre adoptiva. Todos se ríen de mí, Yor no se cree mis
razones. Sabe que me gusta Eone.
NIÚTON. ¿Se
están burlando de ti, Sumus?
SUJETO. ¡No,
no! No es eso. Talu y Kalish se preguntan por qué soy reacio a enfrentarme a
mis errores con ellos.
NIÚTON. Me
estaba dando la impresión de que creías que estas almas se habían confabulado
contra ti, para forzar tu decisión a unirte al cuerpo de Tejas.
SUJETO. No,
eso no ocurre nunca. Estamos discutiendo mi desconfianza en esta vida.
NIÚTON.
¿Pero creía que no te gustaban, Talu y Kalish?
SUJETO. Me
conocen. Yo necesito personas muy estrictas, o me salto la autoridad de
cualquiera. Todos aquí saben que tengo tendencia a la indulgencia conmigo
mismo. Me están convenciendo de que, una vida fácil sin ellos, sería tan
insípida como el agua. Ambos son muy disciplinados.
NIÚTON.
Bueno, parece que te has decidido a ir con ellos a Tejas.
SUJETO. (Meditativo).
Sí. Van a ser muy exigentes conmigo de niño. El sarcasmo de Kalish. El
perfeccionismo de Talu. Perder a Eone. Todo va a ser muy duro.
NIÚTON. ¿Y
qué ganan, Talu y Kalish, haciendo el papel de tus padres adoptivos?
SUJETO. Ellos
son diferentes, configuraciones. Se supone que yo no debo inmiscuirme en sus
asuntos. Creo que tiene algo que ver con el hecho de que son muy rígidos, y con
superar el orgullo.
NIÚTON. Cuando
estés en la Tierra, ¿sabrá siempre tu alma-mente, la razón por la que son
significativas, en tu vida, ciertas personas que te influyen positiva o
negativamente?
SUJETO. Sí.
Pero eso no quiere decir que la persona que yo sea en la vida, comprenda lo que
sabe su espíritu. (Sonríe). Eso es lo que debemos ser capaces de solucionar en
la Tierra.
NIÚTON. Que
es lo que estamos intentando hacer ahora, ¿no?
SUJETO. Sí.
Yo estoy haciendo trampas con tu ayuda, pero no importa. Puedo utilizar ayudas.
Parece un enigma que lo que
el alma sabe en realidad, sea tan difícil de alcanzar para nuestra mente
consciente. A estas alturas, estoy seguro de que el lector habrá descubierto
que, en estado superconsciente, conservamos la capacidad de observarnos con
parte del sentido crítico de nuestra mente consciente. Ayudar a mis clientes a
llegar a su yo más profundo, uniendo todos los aspectos de su mente, es lo más
importante de mi trabajo como hipnoterapeuta.
Quiero que Steve comprenda
mejor los motivos de su comportamiento, a través del conocimiento de su propia
alma El diálogo que ahora se desarrolla, nos proporciona más datos de por qué
Sumus, adoptó el cuerpo de Steve. La entrevista espiritual con Yor, Eone, Talu
y Kalish, ha terminado, y yo he llevado a Sumus a un lugar tranquilo, en el
mundo espiritual, para discutir sobre esto.
NIÚTON. Dime
Sumus. ¿Cuánto de tu identidad como alma, se refleja en los seres humanos cuyo
cuerpo ocupas?
SUJETO. Mucho.
Pero no hay dos cuerpos iguales. (Se Ríe). No siempre coinciden un buen cuerpo
y una buena alma, ¿sabes? Recuerdo algunos de mis cuerpos anteriores, con más
cariño que a otros.
NIÚTON.
¿Dirías que tu alma domina a la mente humana; o es dominada por ella?
SUJETO. Eso
es difícil contestar; porque hay sutiles diferencias, en el cerebro de cada
cuerpo, que afectan a la manera en la que las almas nos mostramos. Un humano puede resultar muy vacío, sin
nosotros. De todas formas, nosotros tratamos a los cuerpos con mucho respeto.
NIÚTON.
¿Cómo crees que serían los humanos, sin las almas?
SUJETO.
Seres dominados por los sentidos, y las emociones.
NIÚTON. ¿Y
crees que cada cerebro humano te hace reaccionar de diferente manera?
SUJETO.
Bueno, lo que soy puede utilizar algunos cuerpos mejor que otros. Yo no siempre
me siento muy bien adaptado a un cuerpo humano. Algunas de las emociones
físicas son demasiado poderosas, y entonces, no soy tan efectivo.
NIÚTON. ¿Por
ejemplo, toda la ira que despliega el temperamento de Steve, quizá causado por
el sistema nervioso central de su cuerpo?
SUJETO. Sí.
Nosotros heredamos esas cosas.
NIÚTON. Pero
tú sabías cómo era Steve antes de elegir su cuerpo.
SUJETO. (Disgustado).
Sí, y eso es típico de cómo puedo hacer que, una situación ya mala, empeore.
Sólo soy capaz de interpretar bien, cuando las tormentas del cerebro humano
están en calma, y aún así, me gustan, siempre, las personas tormentosas.
NIÚTON. ¿Qué
quieres decir con, interpretar bien?
SUJETO.
Interpretar las ideas. Dar sentido a las reacciones de Steve ante los
problemas.
NIÚTON. Para serte sincero, Sumus, parece que eres un extraño
en el cuerpo de Steve.
SUJETO.
Siento dar esa impresión. Nosotros no
controlamos la mente humana. Intentamos, con nuestra presencia, elevarla, para
dar sentido a este mundo, y ser receptivos a la moralidad, para dar
comprensión.
NIÚTON.
Todo eso está muy bien, pero tú,
utilizas los cuerpos humanos para tu propio desarrollo, ¿no?
SUJETO. Sí, claro. Es la contrapartida. Con nuestra energía,
damos y tomamos.
NIÚTON. ¿Entonces, es como si modelaras tu energía para
ajustarse al cuerpo que eliges?
SUJETO.
Sería mejor decir que utilizo
diferentes modos de expresión, dependiendo de las inclinaciones emocionales de
cada cuerpo.
NIÚTON.
Vamos a ser más específicos. ¿Qué
está ocurriendo entre el cerebro de Steve y tú, en estos momentos, en la
Tierra?
SUJETO.
Yo; me siento anulado. A veces, mi
energía se cansa, y deja de responder ante tanta negatividad.
NIÚTON.
Volviendo a tu elección de Jérun, de Steve,
y de los demás cuerpos que hubo entre ellos, ¿todos tenían características
comunes que te atraían?
SUJETO.
(Larga pausa). Yo soy una entidad de
contacto. Busco humanos que se relacionen, agresivamente, con los demás.
NIÚTON.
Cuando oigo la palabra, agresivo,
pienso en una actitud hostil, en contraposición a una positiva. ¿Es esto lo que
quieres decir’?
SUJETO.
(Pausa). Bueno, a mí me atraen aquéllos
que influyen en otras personas vigorosamente, a plena potencia.
NIÚTON.
¿Te gusta controlar a otras personas?
SUJETO.
Yo no diría controlar exactamente.
Evito elegir a personas que no se relacionan, de una manera intensa, con los
que tienen a su alrededor.
NIÚTON. ¿Y no es controlar lo que haces, cuando intentas
dirigir las vidas de otras almas?
SUJETO. (No responde).
NIÚTON.
¿Qué diría Yor de tus relaciones
humanas?
SUJETO.
Digamos, que me gusta el poder como
medio para influir en los actos de aquéllos que tornan las decisiones. Que me
obsesionan los grupos políticos y sociales, en los que yo ejerzo el poder.
NIÚTON. ¿Entonces, no te gustaría estar en un cuerpo
tranquilo y poco pretencioso?
SUJETO. Definitivamente, no.
NIÚTON. (Intentando empujarle más). ¿No es cierto que te
complacías, por la parte que tenías, en el abuso de poder de Jérun, en Arabia,
y que te satisfacía que Steve maltratara a sus empleados, en Tejas?
SUJETO.
(En tono muy alto). ¡No, no es
cierto! Las cosas se te van de la mano, muy fácilmente, cuando tratas de
dirigir a los humanos. Es el ambiente de la Tierra el que lo estropea todo. No
todo es culpa mía.
NIÚTON.
¿Es posible que tanto Jérun, como
Steve, mostraran un comportamiento demasiado extremado porque tu alma estaba en
ellos?
SUJETO. (Con fuerza). Yo no lo he hecho muy bien. Eso ya lo
sé.
NIÚTON.
Mira, Sumus, espero que sepas que no
eres un alma mala. Pero, quizás, te dejas seducir, fácilmente, por las trampas
de la autoridad humana y, ahora, te sientes en conflicto con la sociedad.
SUJETO. (Preocupado). ¡Estás empezando a parecerte a Yor!
NIÚTON.
No intento hacer eso, Sumus. Quizás
Yor nos está ayudando a entender lo que te está ocurriendo.
SUJETO. Probablemente.
Steve y yo, hemos alcanzado
un momento muy productivo de contacto con su alma. Yo me dirijo a él como si
fueran dos personas, a la vez que refuerzo los lazos entre el yo consciente y
el inconsciente. Después de aplicar las técnicas necesarias para unificar más
estas dos fuerzas, cierro la sesión con una serie de preguntas finales. Es muy
importante no permitir que su mente vague libremente, o que se disocien sus
recuerdos. Intento confrontar a Sumus, a través de mis preguntas, para
favorecer la responsabilidad en sus respuestas, y las formulo con rapidez, para
aumentar el ritmo de la conversación.
NIÚTON. Sumus, empieza diciéndome, por qué aceptaste el
cuerpo de Steve.
SUJETO.
Para, superar la atracción que siento
de controlar a los demás: siempre queriendo estar al mando de todo.
NIÚTON. ¿Está tu identidad en conflicto con la dirección que
ha tomado la vida de Steve?
SUJETO. No me gusta la parte de él que lucha por mantenerse a
flote y, a la vez, tiene deseos de escapar por medio de la autodestrucción.
NIÚTON. Si ves en ello una contradicción ¿por qué existe?
SUJETO.
La niñez. Tristeza. (Para).
NIÚTON.
¿Con quién estoy hablando ahora?
Sumus. ¿Por qué no tomas parte activa en tu vida, y te ayudas a ti mismo como
Steve, para superar la vergüenza y el abandono de Eone, y la ira que sientes
por una niñez sin amor, con Talu y Kalish?
SUJETO.
Ahora ya soy un adulto, y controlo a
otros. No dejaré que la gente vuelva a hacerme daño.
NIÚTON. Sumus, si Steve y tú estáis hablándome ahora como una
mente única, quiero saber, por qué, tu vida es tan autodestructiva.
SUJETO.
(Pausa larga). Porque mi debilidad es
utilizar el poder para preservarme, en la Tierra.
NIÚTON.
¿Crees que si controlaras a la gente
menos de adulto, la vida volvería a tratarte como te trató de niño?
SUJETO. (Enfadado). ¡Sí!
NIÚTON. Y cuando no obtienes la gratificación que esperas del
cuerpo que has elegido, ¿qué haces como alma?
SUJETO.
Me desentiendo. Paso de todo.
NIÚTON. Comprendo. ¿Y cómo lo consigues?
SUJETO. No siendo muy activo.
NIÚTON. ¿Porque te intimida, un cuerpo con problemas
emocionales?
SUJETO. Bueno, me meto en mi concha.
NIÚTON.
¿Entonces, tu manera de evitar los
problemas es no enfrentarte, activamente, a las lecciones que viniste a
aprender a la Tierra?
SUJETO. Sí.
NIÚTON. Steve, tus padres adoptivos fueron muy duros contigo
¿verdad?
SUJETO. Sí.
NIÚTON. ¿Entiendes, ahora, el por qué?
SUJETO. (Pausa). Para saber qué se siente cuando eres
constantemente juzgado.
NIÚTON. ¿Y qué más?
SUJETO. Para, superarme, y ser una persona completa. (Con
amargura). No sé.
NIÚTON.
Creo que sí lo sabes, Steve.
Descríbeme la personalidad que muestras a los demás.
SUJETO.
(Después de cierta dilación). Finjo
ser feliz, y escondo mis sentimientos bebiendo, y maltratando, a la gente.
NIÚTON.
¿Quieres abandonar esta actitud, y
empezar a trabajar?
SUJETO. Sí.
NIÚTON. Define la persona que quieres ser en realidad.
SUJETO.
(Con lágrimas en los ojos). No quiero
ser hostil con la gente; pero, tampoco quiero arriesgarme a anularme como
persona perdiendo el respeto y el reconocimiento.
NIÚTON.
¿Te sientes acorralado?
SUJETO. (En voz baja). La vida es tan difícil.
NIÚTON. ¿Crees que es por accidente?
SUJETO. No. Sé que no lo es.
NIÚTON. Steve, y Sumus, repetid después de
mí. «Voy a olvidarme del dolor que me causaron Eone, Talu y Kalish, que fue por
mi propio bien, y voy a seguir viviendo, y convirtiéndome, en la identidad que
quiero ser en realidad.» (El sujeto repite estas palabras tres veces).
NIÚTON. Steve,
¿qué vas a hacer, para mostrar tu propia personalidad y comprometerte a mejorar
en el futuro?
SUJETO.
(Después de empezar a hablar dos veces y parar). Aprender a ser más honrado.
NIÚTON. ¿Y a
confiar en que no eres una víctima de esta sociedad?
SUJETO. Sí.
La sesión termina cuando me
aseguro de que, Steve, ha comprendido quién es en realidad, y qué misión tiene
en la vida. Quería ayudarle a liberar la valiosa persona que tiene en su
interior, que tiene una contribución que hacer a esta sociedad. Hablamos del
amor y el miedo en su vida, y de que tenía la necesidad de conectar, frecuentemente,
consigo mismo. Sentí que habíamos puesto las bases para que superara su
resentimiento y su falta de intimidad. Le recordé que necesitaba seguir un
tratamiento psicológico continuado. Aproximadamente un año después, me escribió
diciendo que su recuperación iba muy bien, y que había encontrado al niño
dentro de sí. Se dio cuenta de que, sus errores pasados, no eran fracasos sino,
bases para mejorar.
Este caso demuestra que,
muchas veces, las lecciones que nos proponemos aprender en una vida comienzan
desde la niñez. Por eso, el alma da mucha importancia a la elección de la familia.
A mucha gente le cuesta aceptar la idea de que todos nosotros acordamos,
voluntariamente, ser los hijos de unos padres determinados, antes de venir a
esta vida. Aunque una persona normal experimenta el amor de sus padres, muchos
de nosotros tenemos recuerdos tristes de aquéllos que estaban próximos a
nosotros, y no nos ofrecieron la protección debida. Crecemos pensando que somos
víctimas de nuestros padres biológicos, y del resto de los miembros de la
familia que hemos heredado, sin opción alguna por nuestra parte. Esta
presuposición es errónea.
Cuando mis clientes me
dicen, cuánto han sufrido por las acciones de miembros de su familia, mi
primera pregunta es la siguiente. «Si no hubieras estado expuesto a esa persona
en tu niñez ¿Qué te faltaría ahora?» Podernos tardar un poco, pero la respuesta
siempre viene a nuestra mente. Hay razones espirituales por las que crecemos
con cierto tipo de gente, del mismo modo que hay ciertas personas designadas
para estar cerca de nosotros cuando somos adultos.
Conocernos,
espiritualmente, significa comprender por qué nos hemos unido, en una vida, con
las almas de nuestros padres, hermanos, cónyuges y amigos. Siempre hay un
motivo kármico por el que recibirnos dolor, o placer, de alguien cercano a
nosotros. Hay que recordar que, además de para aprender, venimos a la Tierra
para representar nuestro papel también en la vida de otras personas.
Hay personas que, porque
viven en un ambiente muy malo, sospechan que el mundo espiritual no es un
centro de compasión divina. En cambio, sí lo es en el caso de individuos unidos
en el mundo espiritual que acuerdan venir a la Tierra juntos, y tener
relaciones del tipo amor-odio. Superar la adversidad en estas relaciones, puede
significar que no tendremos que repetir ciertas alianzas peligrosas en otras
vidas. Además, estas circunstancias aumentan nuestra percepción con cada nueva
vida, y por tanto, mejoran nuestra identidad corno almas.
Las personas que se
encuentran en estado de trance, pueden tener dificultades para distinguir la
identidad del alma y del ego humano. La personalidad humana tiene, poco más,
que los cinco sentidos y los instintos básicos de supervivencia; el resto de la
personalidad de un individuo pertenece al alma. Esto significa, por ejemplo,
que una persona no podría tener un ego que fuera celoso a la vez que un alma
que no lo fuera. Con todo, los casos que he estudiado indican que hay ligeras
variaciones entre la identidad del alma y lo que manifiesta la personalidad
humana en la mayoría de los cuerpos. El caso 27, nos mostró las similitudes y
las diferencias de personalidad entre Jérun, y Steve. El alma parece
seleccionar cuerpos que conjugan los rasgos de su carácter, con el temperamento
humano, teniendo en cuenta, siempre, las pautas de crecimiento que el alma se
propone para esa vida. Un alma poco arriesgada, y de baja energía, puede querer
unirse en una vida, a un cuerpo callado y algo dominado. En cambio, si se la
motiva a correr un riesgo mayor, esa misma alma puede elegir un cuerpo que se
oponga más a su carácter, por ejemplo, el de una persona muy temperamental y
agresiva.
Las almas dan y reciben
dones a, y de, la mente humana, en una simbiosis entre células del cerebro y
energía inteligente. Los profundos sentimientos que genera la consciencia
eterna, se unen a las emociones humanas para formar la expresión de la
personalidad. No necesitamos hacer ningún cambio en nuestra identidad sino,
sólo, en las reacciones negativas ante ciertas circunstancias de la vida. Los
budistas dicen, que la iluminación, consiste en ver la identidad absoluta del
alma, reflejada en el ego relativo del ser humano, y actuar conforme a ello,
durante toda la vida.
En los capítulos dedicados
a las almas de nivel elemental, medio y superior, vimos casos que
ejemplificaban la madurez de las almas. Creo que las almas demuestran su
personalidad en los cuerpos que habitan, y ejercen una gran influencia sobre
ellos. Sin embargo, llegar a rápidas conclusiones sobre la madurez de un alma,
basándonos únicamente en su comportamiento, es muy arriesgado. A veces, un alma
avanzada puede seleccionar un rasgo negativo, en cierto cuerpo, por motivos de
aprendizaje.
Hemos hablado ya, de cómo
el alma selecciona a la persona, con quien quiere asociarse, en una vida
determinada. Pero esto no quiere decir que el alma tenga control absoluto sobre
ese cuerpo. En casos muy extremos, una personalidad perturbada por conflictos
internos, puede causar reacciones disociadas ante la realidad. Esto es una
prueba de que el alma no siempre puede controlar, y unificar, la mente humana.
También he tratado el tema de las almas que se encuentran tan abrumadas, por
las emociones humanas de cuerpos que son inestables, que cuando mueren, son
almas contaminadas. Si se obsesiona con el cuerpo físico, o vive una vida
demasiado accidentada, el alma puede llegar a ser alterada.
Muchos de los grandes
pensadores de la historia han dicho, que el alma nunca puede formar una unidad
homogénea con el cuerpo, y que los seres humanos tenemos dos intelectos. En mi
opinión, las ideas y la imaginación emanan del alma, que sirve de catalizador
del cerebro humano. Es imposible saber qué poder de razonamiento tendríamos sin
el alma, pero me parece que, la unión del alma al cuerpo humano, es la que
proporciona la introspección, y el pensamiento abstracto. A mi modo de ver, el
alma ofrece a los humanos una realidad cualitativa sujeta a las condiciones de
herencia y ambiente.
Si es verdad que el cerebro
humano tiene unas características biológicas concretas y separadas del alma,
entre ellas, la inteligencia base y la facilidad de invención, entonces, la
elección del cuerpo, por parte del alma, se vuelve todavía más difícil. ¿Eligen
las almas a cerebros que tengan una capacidad intelectual acorde con su propio
desarrollo? Por ejemplo, ¿las almas avanzadas tienden a estar en los cerebros
de mayor inteligencia? Estudiando el desarrollo académico de mis clientes, yo
no he encontrado ninguna correlación, ni aquí, ni en el caso contrario en el
que un alma joven eligiera un cuerpo de poca inteligencia.
El filósofo Kant escribió
que, el cerebro humano, sólo cumple la función de la consciencia, pero en él no
reside la verdadera sabiduría. Las almas demuestran su individualismo, a través
de la mente humana, sin importar el cuerpo que hayan elegido. Una persona puede
ser muy inteligente, y en cambio, tener una actitud muy cerrada ante la
adaptación a nuevas situaciones, o poca curiosidad ante el mundo. Y esto, para
mí, indica un alma poco desarrollada. Si veo a alguien con un carácter muy
equilibrado, cuyos intereses y capacidades están, claramente, adaptados y
centrados hacia el progreso humano, entonces entiendo que estoy ante un alma
avanzada. Estas almas buscan la verdad personal, por encima de las exigencias
del ego.
Parece
una pesada tarea, que en cada nueva vida, y en cada nuevo cuerpo, el alma deba
volver a iniciar la búsqueda de su propio yo. A pesar de todo, los directores
espirituales, que no son indiferentes a nuestro empeño, nos permiten alguna
iluminación a través de la negrura que impone la amnesia. Cuando se trata de
encontrar compañeros espirituales en la Tierra, o recordar algunos aspectos de
la vida que vimos, en el lugar de selección se nos presenta, con antelación,
una forma de guía bastante ingeniosa. En el próximo capítulo veremos cómo se
lleva a cabo.